La escultura de acero se basa en un dibujo en acuarela de la modelo Soraya, realizado en el Cercle Artístic Sant Lluc en Barcelona.
Se crea un boceto en 3D a escala reducida utilizando cartón, el cual se amplía y se transfiere manualmente a una placa de acero como calcomanía para su posterior corte. Una vez cortadas, las piezas se moldean, curvan y manipulan con un martillo o fuerza humana, según sea necesario.
Finalmente, se sueldan y se pintan con spray color Rojo de Montana.
La escultura de acero surge de un dibujo modelo creado en el Cercle Artístic Sant Lluc.
Posteriormente, se elabora un boceto en 3D utilizando cartón a pequeña escala. Las piezas de cartón se amplían y se transfieren manualmente como calcomanías a una placa de acero para su corte. Una vez cortadas, se dan forma, se curvan y se manipulan principalmente con un martillo o fuerza humana, dependiendo de la curvatura requerida.
Finalmente, se sueldan y se pintan con pintura en aerosol verde fluorescente de Montana, añadiendo un toque vibrante al diseño innovador.
Para la escultura fénix, el artista se inspiró en imágenes de águilas volando y otras fénix mitológicas disponibles en internet, creando un dibujo a modo de boceto. A partir de este boceto, simuló una maqueta 3D de cartulina y pegamento a pequeña escala. Amplió las partes de cartón y las transfirió manualmente como calcomanías sobre chapas de acero negro de 1,5 mm para cortarlas. Una vez cortadas, las dobló, curvó y manipuló principalmente con martillo, otras herramientas o fuerza humana, dependiendo de la curvatura requerida. Finalmente, las soldó y pintó con spray acrílico, y aplicó aceite de linaza utilizando un soplete para darle un acabado especial.
El artista se aseguró de que la obra no estuviera visiblemente fija, buscando reforzar la idea de libertad del ave mitológica. Para lograr esto, insertó la escultura en el centro de un círculo, símbolo de divinidad, utilizando hilos de pesca. Para el TramuntanArt, sustituyó los hilos de pesca por hilos de acero debido a la intemperie de estar al aire libre, bajo viento fuerte y cerca del mar.
¿Y si el acero pudiera sentirse tan suave como el terciopelo? Permítanle mostrarles cómo esta visión cobró vida...
Esta escultura de acero surgió a través de un proceso instintivo, inspirado por un simple boceto en cartón. Influenciado por la elegancia de la naturaleza y la atracción de la geometría, el artista comenzó a experimentar con diferentes formas. Luego, dibujó un cuadrado con la proporción áurea (últimamente ha estado explorando Fibonacci) y creó dos triángulos: uno para el cuerpo y otro para la pierna, explorando el contraste entre el espacio positivo y el negativo. Cada parte fue cuidadosamente cortada, curvada y soldada hasta lograr su forma final. Para el equilibrio, añadió una base geométrica mínima que ancla la estructura mientras resalta su peso y elegancia.
¿El toque final? Un acabado especial que imita la textura suave del terciopelo, contrastando la solidez del acero con una suavidad inesperada. Imaginen tocarlo. ¿Qué creen que se sentiría?
Rodrigo Spinelli © Derechos de autor. Todos los derechos reservados.
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